Una de las conclusiones globales que ha desatado la actual situación es la obligatoriedad de hacer de este mundo un territorio más sostenible. Los desplazamientos juegan un papel clave en este aspecto y los ciudadanos han comenzado a mentalizarse para cambiar sus hábitos, convirtiéndose la bicicleta en una gran solución.
“Ver a ejecutivos con camisa y corbata en bicicleta y a señoras mayores, como en Dinamarca y Holanda”. Este es el sueño que el director de la DGT, Pere Navarro, hizo público a finales de junio en una entrevista a EFE, en la que también vaticinó cómo desaparecerán paulatinamente señales de tráfico para el coche en favor a otras para la bicicleta urbana. Es el pulso que la bici está echando al coche en España y que desde ayuntamientos, Gobierno o la DGT impulsan en favor del vehículo de los pedales y las dos ruedas.
Para los más escépticos, existe un boom real de la bicicleta urbana con unas ventas que en España han aumentado un 200%. Aunque para contextualizar dónde estamos y cuándo terminará de explotar este fenómeno hay que tener en cuenta una serie de claves:
Índice:
España, en la cola del pelotón
Carlos Núñez, secretario general de la Asociación de Marcas de Bicicletas Españolas (Ambe), asegura que actualmente España parte desde una posición muy atrás respecto a sus vecinos europeos en el tema de la bicicleta, por lo que llegar a la cabeza del pelotón no se logrará de la noche a la mañana. Los interesados parten de la base de que hay que dar muchas pedaladas para ponerse al ritmo de los países punteros.
La mentalidad ‘deportiva’
Hasta ahora, la bicicleta se ha concebido mayoritariamente en España no como un medio de transporte, sino como una importante herramienta de ocio y de práctica de ejercicio físico. Los éxitos en el ciclismo profesional hablan de la excelente salud deportiva de la bicicleta en España, pero ahora es necesario también ver a la bici como una opción de movilidad. Con una bici urbana no se gana un Tour, pero sí se lleva el maillot de calidad de vida.
La relación con el coche y las infraestructuras
El mayor enemigo de la bicicleta urbana se considera que es el coche por las graves consecuencias que puede comportar en caso de que alguien cometa una imprudencia -ya sea el ciclista o el conductor-. Por ello, la educación vial es fundamental y está siendo acompañada de una mejora de las infraestructuras. Las calles son de todos.
¿Y si mi municipio tiene una orografía complicada? Según la DGT, “ya no hay excusa para no usar la bici, porque la eléctrica resuelve estos problemas” y Madrid es un caso de éxito.
Qué dice el Gobierno
Madrid y Valencia han anunciado futuras ayudas para la compra de bicicletas urbanas y desde el Gobierno estatal se ha redactado una estrategia para todo el país que estará integrada en la Ley de Movilidad Sostenible.
Cinco años
El Gobierno, a falta de que se fije un presupuesto para impulsar su plan, estima que la ejecución total de esta transformación estatal tendrá una duración de cinco años y afectará a todos los ámbitos: desde el fomento en colegios a cómo circular por la naturaleza, pasando por la movilidad urbana.
Esta transformación no es exclusiva de España, en el mundo occidental se está llevando a cabo una revolución que va desde vecinos europeos como Italia, Francia o Inglaterra a territorios al otro lado del Atlántico como Argentina o Brasil.
El mundo se mueve y en Luck apostamos y aplaudimos este futuro prometedor. Llevamos trabajando 25 años en el sector de la bicicleta con zapatillas de máxima calidad -fabricadas artesanalmente en España- y hemos comprobado un aumento en la demanda de ciclistas urbanos que exigen seguridad, comodidad y estilo a la hora de realizar sus desplazamientos por el interior de su municipio, por ello hemos desarrollado dos modelos diferentes de zapatillas de calle, además de otros complementos como calcetines o casco.
*Sugerencia para un grafismo:
Claves de la explosión de la bicicleta urbana en España:
España tiene mucho margen de crecimiento
Cambio de mentalidad: la bicicleta no sólo sirve para hacer deporte, también para desplazarse
Mejora de infraestructuras
Apuesta de ayuntamientos, Gobierno y DGT
Un plan estatal de cinco años