La explosión de la bicicleta urbana en las ciudades va irremediablemente unida a la aparición de nuevos ciclistas sobre el asfalto que, en algunos casos, necesitan todavía mentalizarse de que conducen un vehículo muy especial
“Somos el nuevo papel higiénico”. Las palabras en abril del gerente de la tienda Giant en Sidney dieron la vuelta al mundo en pocas horas. Un par de meses después, dicho comentario sigue teniendo vigencia porque la bicicleta es uno de los bienes de consumo más solicitados de la sociedad y el abanderado en la transformación de la movilidad. En España se estima que la venta de bicis urbanas ha aumentado un 200% desde que se inició el estado de alarma y este fenómeno ya se ha notado en unos días en el que el país intenta recuperar cierta normalidad. ¿Estamos realmente preparados para esta revolución sobre dos ruedas?
Si la educación de los conductores de vehículos a motor es imprescindible para que la convivencia entre estos y las bicicletas sea exitosa, también lo es el respeto de las normas por parte de los nuevos ciclistas urbanos. A los ciclistas asiduos al manejo de una bicicleta por una vía urbana quizás les sea obvias las siguientes instrucciones de educación vial, pero su difusión entre los menos experimentados puede evitar algún susto.
Diez consejos básicos para un ciclista urbano novel
Índice:
- La bicicleta es un vehículo, no un juguete
- Con casco, aunque no sea obligatorio
- Prohibido la música y los auriculares
- Señalizar los movimientos
- Los pasos de peatones no son pasos de ciclistas
- No utilizar todos los carriles (ni el carril bus)
- Los semáforos también están para la bicicleta
- 1,5 metros, la importancia de esta medida
- 0% alcohol
- Las luces en nuestra bici
La bicicleta es un vehículo, no un juguete
Montar en bici es muy divertido y de pequeños asociábamos este elemento con juego, diversión y deporte. Sin embargo, desde el momento en el que se utiliza en una calzada por la que transitan coches, camiones, motos o autobuses el juego se convierte en algo muy serio. Tanto como una cuestión de vida. La mentalidad de quien se sube a una bicicleta por un casco urbano debe ser el de un conductor que debe seguir unas normas de circulación obligatoriamente.
Con casco, aunque no sea obligatorio
¿Imaginan a un motorista explicando a su familia que en sus desplazamientos no lleva casco porque hace calor? Una caída de un ciclista puede ser tan peligrosa como la de un motorista. Dentro de un casco urbano su uso no es obligatorio, pero recomendamos su utilización siempre.
Prohibido la música y los auriculares
Es uno de los grandes errores de un ciclista novel: llevar música o el móvil conectado a sus auriculares mientras monta en bicicleta. Su uso está prohibido y es un elemento muy peligroso en una urbe porque anula uno de los sentidos que mejor alertan al ciclista.
Señalizar los movimientos
Los vehículos que nos rodean no tienen una bola de cristal y desconocen hacia dónde nos dirigimos, de manera que si nuestra bicicleta carece de intermitentes sacaremos el brazo correspondiente (lo extendemos de manera horizontal, a la altura del hombro) y señalizaremos cada cambio o giro que realicemos. Si vamos a realizar una parada bajando considerablemente la velocidad, también lo indicaremos moviendo el brazo alternativamente de arriba a bajo, con movimientos cortos y rápidos.
Los pasos de peatones no son pasos de ciclistas
Si un ciclista desea utilizar un paso de peatones debe bajarse de la bicicleta y andar con su vehículo a un lado.
No utilizar todos los carriles (ni el carril bus)
Sin carril bici y debiendo compartir calzada la bicicleta con el resto de vehículos se utilizará la senda ciclable o, en su defecto, el carril de más a la derecha, aproximándose en la medida de lo posible a la acera (siempre que éste no sea un carril exclusivo para bus o taxi).
Los semáforos también están para la bicicleta
¿Cuántas veces hemos visto a un ciclista saltarse un semáforo? Del mismo modo que la bici reclama respeto por parte del resto de vehículos, las normas de circulación también reclaman el mencionado respeto de todos, incluyendo los semáforos. El “no viene nadie” es peligroso e incívico.
1,5 metros, la importancia de esta medida
De esto se deben preocupar más los vehículos a motor que los ciclistas, pero es imprescindible saber que 1,5 metros de distancia significa el todo. Desgraciadamente, las consecuencias de que un vehículo a motor roce a un ciclista o le pase a escasos centímetros (aunque no le toque) tiene las mismas consecuencias porque le desestabiliza, de ahí que un ciclista novel debe saber que ningún vehículo puede pasar cerca de él. ¿Y cuánto es 1,5 metros? Extiende el brazo y súmale la distancia de tu codo a la punta de tus dedos (aprox.).
0% alcohol
Sobra explicar por qué puede ser mortal subirse a una bicicleta en estado ebrio.
Las luces en nuestra bici
La bicicleta es el vehículo más invisible de la calzada y cuanto mejor se vea, mayor margen de maniobra para los vehículos que nos rodean. Por la noche, en túneles o pasos inferiores la luz de posición trasera roja (además de un catadióptrico) y la luz de posición delantera blanca son obligatorias. No obstante, aunque sea de día, ambas señalizaciones son más que recomendables. Estos consejos son algunos que hemos recogido tras la experiencia vivida durante estas semanas de ‘boom’ de la bicicleta urbana, el resto de normas se recogen a la perfección en la ‘Guía del ciclista’ de la DGT.
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