El camino para transformar mi bicicleta normal en una eléctrica

15 de diciembre de 2020

Luck Cycling Shoes

Dentro del sector de la bicicleta eléctrica hay compañías que han apostado por un motor portátil capaz de convertir una bici normal en eléctrica. ¿El futuro va por este camino?

Tengo una bicicleta normal, pero me gustaría que en determinados momentos pudiera convertirse en eléctrica. ¿Merece la pena comprarme otra o adaptar la que tengo con un motor portátil? A día de hoy existen varios componentes que hacen realidad esta última opción, aunque no tiene por qué siempre es la opción más barata.

Normalmente, este tipo de incógnitas se presentan para usuarios que utilizan su bicicleta como medio de transporte en un entorno urbano. Tal y como nos apunta un especialista del sector, no se recomienda utilizarlo para bicicletas destinadas a la “práctica deportiva en tierra y sobre una compleja orografía”, donde se va a circular de una manera agresiva. Para estos casos en los que se desea una bicicleta eléctrica de montaña lo apropiado es no realizar experimentos e ir a por una bici que se ajuste a nuestras necesidades, pero habiendo sido concebida para este tipo de terreno y de exigencia. En el caso de una bicicleta de carretera o de gravel, el especialista también recomienda no montar este tipo de adaptadores a eléctrica puesto que dicho aparato no está concebido para someterlo al estrés ni exigencia de la práctica deportiva y, en caso de emergencia o contratiempo, podría convertirse en un enemigo más que en un aliado. Sobre todo, incide el especialista, se debe tener muy en cuenta los frenos si se acopla un sistema de este tipo. La seguridad, primero.

De este modo, el abanico recomendable se cierra a un uso urbano y de transporte o paseo, algo que se hace evidente cuando observas modelos como el de Swytch, en el que se necesita una rueda específica y cuya batería va acoplada al manillar a modo de cesta. Este modelo tiene una autonomía de unos 80 kilómetros, pesa 1,5 kg y cuesta en torno a 1.500 euros, por lo que está destinado a usuarios que necesiten una eléctrica y, por cualquier motivo, no deseen deshacerse de la suya (por apego, por cuestiones de espacio...). A simple vista parece más sencillo y económico buscar directamente una bicicleta eléctrica a este modelo en concreto.

Aunque dentro de este tipo de montaje con el propulsor integrado en la rueda trasera hay opciones más económicas. Se pueden encontrar otras marcas como Sfeomi, Hiram o Hansemay, cuyo precio del kit se sitúa sobre los 200 euros y, eso sí, son para bicicletas con ruedas específicamente de 26”.

En un tramo similar de inversión se encuentra la opción de Bafang, que dispone de un sistema para electrificar la bicicleta por algo más de 400 euros. A diferencia de los anteriores, dicho kit va acoplado al pedalier, como el que ofrece CYC, cuyo potente motor de 5.000W (lo normal suele ser de 1.000W) va también en el pedalier, está dirigido a las bicis de montaña y cuesta algo más de 800 euros.

Sin ser tan discreto como el último modelo mencionado y con el objetivo también de ser instalado en una bicicleta de montaña nace Elevate, de la empresa Bimotal, que se adapta al rotor del freno trasero para darnos una velocidad máxima de 45 km/h (también 5.000W) con una autonomía de en torno a 35 kilómetros -la batería, de litio y 1,5kg, se acopla en el botellero- y un peso de 2,7 kg (incluido el rotor que sustituye al que ya está en la rueda). Su precio es de unos 1.800 euros y este sistema estará disponible a partir de 2021. De momento, este Elevate funciona por cable aunque una nueva versión contará con transmisión Bluetooth.

En todos los casos su utilización se ajusta a usuarios específicos y con unas determinadas necesidades porque, por su precio e instalación, no es accesible a todos los ciclistas. Quién sabe si estos son solo los primeros pasos de una industria que en pocos años transformará de manera sencilla y asequible una bici normal en eléctrica.

La idea de que con una pieza de fácil instalación se pueda transformar una bicicleta a eléctrica gusta al público, pero el precio -y en el caso de algún modelo también el tamaño- todavía no parece haber calado en la gran masa.